Preparando la llegada del bebé
La llegada del primer bebé conlleva numerosas emociones y cambios, nuestro animal de compañía que hasta el momento era el centro de la atención y de los mimos, puede sentirse relegado y notar nuestro nerviosismo.
- Los gatos no son amantes de los cambios bruscos sobre todo en su territorio, si la llegada de un bebé va a suponer cambios en alguna de sus rutinas, se deben realizar con suficiente antelación.
- Una recomendación es permitir que el gato entre en contacto con los muebles y objetos nuevos del cuarto del bebé, hay que permitirle explorar y participar. Estas visitas serán controladas y supervisadas y por supuesto habrá que restringir las entradas al cuarto por motivos de seguridad, pero por lo menos el espacio no le resultará extraño.
- También podemos impregnar algunos sitios de la casa con la colonia del bebé o un poco de polvos de talco, para que vaya acostumbrándose a los olores que rodearán al niño.
- Sobre todo no debemos olvidar prestar atención al gato, debemos seguir dedicando unos minutos al día a jugar y mimarlo para que se siga sintiendo querido.
La llegada a casa
Mientras el bebé está en la clínica
Los días que el bebé está en la clínica es una buena idea llevar a casa alguna mantita o ropita usada por el pequeño y ofrecérsela al gato para que la olisquee, mientras hacemos esto debemos mimar y dar golosinas al gato, de esta manera el animal asociará ese olor con cosas positivas desde el principio.
La presentación
- Las primeras reacciones dependen del temperamento habitual del gato, los gatos sociables y curiosos se acercarán a conocer al recién nacido, debemos actuar con calma, hablando con suavidad y acariciando al gato, si trata de tocar al bebé con las patas lo apartaremos con suavidad sin asustar ni castigar al animal.
- Si se da el caso que el gato se asusta del bebé y se esconde no debemos forzar de ninguna manera el contacto, debemos dejar que gradualmente supere su miedo y se acerque por su propia voluntad a conocer al pequeño.
- Si todo va bien no hay que alargar el primer contacto, hay que dejar que todo el proceso se lleve a cabo de forma gradual.
Las visitas
Como es natural los primeros días vendrán familiares y amigos a conocer al niño, seguro que pueden dedicar unos segundos a mimar o dar una golosina al gatito, de esta forma no sentirá celos.
Importante: NO encerrar, gritar o dejar de darle cariño al gato cuando llegue el niño a casa. Hay que actuar con él como siempre y sacar unos minutos al día para prestarle atención, a ser posible cuándo el bebé esté presente, de esta forma relacionará la presencia del bebé con cosas positivas.
Importante: jamás dejar juntos un niño pequeño y un animal sin la supervisión de un adulto.
Resumen:
Las cinco claves para una buena convivencia son:
- Realizar los preparativos con antelación
- Actuar con calma
- Presentar el niño al gato de forma gradual
- Supervisar a ambos en todo momento
- Conseguir que el gato relacione la presencia del niño con cosas positivas
Gatos y embarazo. Testimonio
La llegada del bebé con un perro en casa