Hoy en día prácticamente todos los perros van identificados con microchip, sin embargo no es tan común que los gatos lo lleven. Mucha gente piensa que los gatos al no salir a la calle no lo necesitan, sin embargo es importante que la gente se conciencie que es necesario identificar también a los gatos.
¿Qué es el Microchip?
El microchip es un dispositivo que contiene un número único de
identificación accesible a través de un lector. Este número se registra
en el censo de mascotas, al que
hay que comunicar cualquier cambio de
los datos de contacto y de propiedad, así como la pérdida o muerte del felino.
Tiene el tamaño de un grano de arroz y el veterinario lo implanta bajo la piel del cuello del gato con una aguja especial, el procedimiento dura unos segundos y no causa apenas molestias. Se debe poner a partir del mes y medio o dos meses de edad.
Razones para poner el chip
Pérdida: si nuestro gato se pierde y alguien lo encuentra y lo lleva al veterinario
podrán localizarnos enseguida. Muchos gatos no identificados acaban en protectoras donde al no poder localizar al dueños son entregados en adopción, en caso de acabar en una perrera corren el riesgo de ser sacrificados si no los reclaman.
No hay que confiarse pensando que porque nuestros gatos no salgan de casa no pueden extraviarse, a veces pueden salir en un descuido, caerse desde una ventana, o escapar durante una visita al veterinario. Se han dado casos de animales y dueños separados durante catástrofes que gracias al chip han podido reencontrarse
(incendios de San Diego)
Obligatorio en algunas Comunidades: poner el microchip es obligatorio para perros en toda España, para los gatos lo es en algunas Comunidades, por ejemplo en Madrid o Cataluña.
Viajes: Para viajar con animales a otros países es obligatorio que vayan identificados con microchip. Para viajar con tranquilidad con tu gato y tener la seguridad de que no tendremos ningún problema, es mejor tener los papeles en regla.
Responsabilidad: que todos los animales de compañía tengan un responsable legal, es un forma de promocionar la tenencia responsable y que sea más fácil
castigar los casos de abandono.