Es una enfermedad infecciosa del gato, que produce inmunodeficiencia y algunas neoplasias. Es contagiosa entre gatos (no se transmite a otras especies).
La leucemia felina, está producida por un retrovirus. Los retrovirus son un tipo especial de virus que tienen la capacidad de "esconderse" dentro de las células, integrando su material genético con el de la célula invadida, esto los hace indetectables para las defensas del organismo durante largos periodos de tiempo, lo que dificulta su eliminación. Se multiplican despacio, por lo que las enfermedades que provocan son de evolución lenta y crónica.
Contagio
Se transmite a través de la saliva, secreciones nasales, orina, heces. La via principal de contagio es mordedura. También puede producirse el contagio entre gatos que convivan mediante comederos compartidos, cajas de arena, aseo mutuo,aunque se necesita un contacto muy íntimo y prolongado, ya que el virus es muy débil y se inactiva con rapidez tras su liberación.
También se transmite durante la gestación o durante la lactancia, es decir, hay gatitos pequeños que nacen ya infectados.
Qué pasa si un gato entra en contacto con el virus de la leucemia felina
Pueden pasar tres cosas:
Resistencia a la infección: El gato expuesto al virus puede infectarse, pero su organismo reacciona y consigue eliminarlo después de unas semanas y desarrollar inmunidad. Durante este periodo de expulsión del virus, pueden darse falsos positivos en las analíticas, por lo que deben repetirse entre 2/3 meses después de la primera prueba.
Latencia: El gato queda infectado, pero el virus queda aíslado en la médula ósea o algún otro órgano.
La evolución es imprevisible, pueden no llegar a desarrollar síntomas nunca o por alguna situación de inmunosupresión o estrés acabar desarrollando la enfermedad. Lo más habitual es que jamás dé ningún síntoma durante la vida de nuestro gato o incluso, lo acabe eliminando con el tiempo.
Infección: El gato queda infectado permanentemente y puede acabar desarrollando síntomas de la enfermedad.
Detección y prevención
Existen varios tests para detectar la enfermedad, los ELISA, que suelen ser los más rápidos y los que se usan en las clínicas o las pruebas de laboratorio (PCR, IFA).
- Debemos esperar siempre 15 días tras acoger un gato de la calle para realizarle los tests, ya que el virus de la leucemia puede tardar 15 días desde el contagio hasta su paso a sangre donde es detectado por los test usuales, los ELISA.
- Si el gatito es menor de 6 meses, confirmar los positivos repitiendo el test mas tarde o realizar PCR para comprobar que no sean anticuerpos maternales, causa más habitual de positivos a esa edad.
¿Qué síntomas están relacionados con la leucemia felina?
Muchos gatos permanecen asintomáticos aunque sean portadores y presentan buena salud. La gravedad y el tipo de síntomas en caso de que aparezcan varian mucho de un gato a otro. Algunos de los transtornos más comunes son:
Fiebre, letargo, inapetencia, pérdida de peso, problemas bucales (gingivitis, estomatitis)
Enfermedades de la sangre (anemias), aparición de neoplasias
Inmunodeficiencia: debido al daño de las células del sistema inmune el gato se vuelve más sensible a infecciones oportunistas víricas, bacterianas y parasitarias.
Convivir con un positivo
Un positivo a leucemia es simplemente un gato con una enfermedad crónica, tratable y manejable a largo plazo.
Si nuestro gato es positivo a leucemia es importante darle una alimentación de gama alta, mantenerlo vacunado y desparasitado, evitarle situaciones de estrés y tratar cualquier síntoma extraño que pueda aparecer.
Hoy en día gracias a los avances veterinarios estos gatitos pueden tener una buena calidad de vida y muchas de sus dolencias, pueden ser tratadas.
Hace unos años un positivo a leucemia en un test era casi una sentencia a muerte para el gato, se solía recomendar la eutanasia. Gracias a la experiencia de muchas personas y de veterinarios que decidieron luchar por ellos, se ha podido comprobar que los gatos positivos pueden tener calidad de vida y ser felices.
Aunque se ha avanzado mucho, la realidad es que los gatos con leucemia o inmunodeficiencia, suelen ser los grandes olvidados en los refugios o protectoras, precisamente ellos que son los que más necesitarían tener un hogar donde les dieran el cariño y los cuidados que necesitan.
Si tienes un gato positivo a inmuno o leucemia y quieres darle un compañero o no tienes ningún gato y quieres ayudar a cambiar la vida de los que lo tienen más difícil, puedes preguntar en refugios o protectoras de tu zona, seguro que hay un montón de positivos que esperan tener su oportunidad.
Dani es un cachorro abandonado al que unos jóvenes maltrataban en la calle, fué rescatado pero dió positivo a leucemia felina. Es asintomático y no necesita ningún cuidado especial.
Si quieres adoptarlo contacta en gatosencasa@hotmail.com