¿Sienten los gatos dolor emocional?
Se presta muy poca atención
al hecho de si los gatos sufren o no dolor por la pérdida de un
compañero, probablemente porque los gatos han sido vistos desde siempre
como animales independientes que conservan todavía una gran parte de
su naturaleza “salvaje”. Pero los gatos muestran cambios en su
comportamiento tras la muerte de otro gato, y en ocasiones estos pueden
resultar difíciles de comprender.
Cuando dos animales están
muy unidos es más probable que la muerte de uno de ellos suponga un
fuerte trastorno para el otro. Incluso gatos que aparentemente no hacen
más que pelearse todo el día pueden sentirse muy dolidos por la pérdida
del compañero de luchas. Aunque probablemente nunca sabremos si los
gatos son capaces de comprender el concepto de “muerte”, lo que es
seguro es que saben que un compañero falta y notan que algo ha cambiado
en la casa. La ansiedad que siente el dueño de un gato que ha muerto
se transmite fácilmente al superviviente, sumándose a la confusión que
puede estar sintiendo el gato.
Signos de dolor ante la pérdida
No hay manera de predecir como va a sentirse un gato ante la pérdida de un compañero. A algunos gatos parece no afectarles en absoluto, otros dejan de comer y de mostrar interés por lo que les rodea, y se pasan el día sentados, contemplando las paredes; parece que sufran una depresión. Unos pocos sufren cambios en el comportamiento y en su personalidad tras la pérdida de un compañero.
Aunque no ha habido
ninguna investigación científica importante sobre el tema del duelo en
el gato, una encuesta de la Asociación Americana para la Prevención de
la Crueldad sobre Animales mostró que los gatos comen menos, duermen
más y vocalizan con mayor frecuencia tras la muerte de su compañero
felino. Un hecho positivo hallado en esta encuesta fue que en la
totalidad de los 160 hogares encuestados, a los 6 meses de la pérdida
el comportamiento del gato superviviente había vuelto a la normalidad.
¿Cómo podemos ayudarles?
Hay varias cosas que usted puede hacer para ayudar a su gato a sobreponerse a la pérdida. Minimizar cualquier tipo de cambio en el entorno y vida cotidiana es muy útil, pues da al gato tiempo para hacerse a la idea de lo que ha pasado. Mantenga la rutina de su gato, cualquier cambio, como alimentarlo a una hora diferente o trasladar muebles de sitio, puede aumentar su estrés.
Un gato dolido puede dejar
de comer. Un gato que pasa varios días sin comer se encuentra en riesgo
de contraer una enfermedad del hígado potencialmente fatal llamada
lipidosis hepática. Estimule a su gato para que coma, calentando
ligeramente la comida o añadiéndole agua o jugo de carne. Hágale
compañía a su gato mientras come para que se sienta más tranquilo. No
ceda a la tentación de cambiar de dietas constantemente para estimular
su apetito, pues podría causarle problemas gastrointestinales. Si
transcurren 3 días y su gato continúa sin comer, acuda a su veterinario.
Dedique más tiempo a
cepillar a su gato, a acariciarlo y a jugar con él. Esto ayudará a dar
un sentido positivo a cualquier cambio que el gato pueda percibir en su
hogar.
No busque inmediatamente un
sustituto para el gato fallecido. Aunque se encuentre solo y necesite
compañía, es difícil que el gato superviviente acepte a un extraño
cuando todavía está triste y alterado por la muerte de su compañero
anterior. Un gato introducido en este momento solo supone una nueva
fuente de estrés.
Al igual que otras
especies, una parte importante del proceso de duelo en el gato consiste
en dedicar un tiempo a oler y frotar su cuerpo contra el del gato
muerto. Por ello, puede ayudar el traer el cuerpo del gato eutanasiado
al hogar antes de enterrarlo, y no dejarlo en el veterinario para su
incineración.
Cuando se producen cambios
dramáticos en el comportamiento siempre hay que llevar el gato al
veterinario para descartar la existencia de cualquier enfermedad física
subyacente. Si los problemas de comportamiento no mejoran cuando ha
pasado un tiempo prudencial, se recomienda la visita a un etólogo.
Fuente: GEMFE