Antes de que acabe el año quiero dedicar una pequeña despedida a todos los gatitos que formaron parte de mi vida pero que tristemente ya no estarán al año que viene.
Macho callejero, no tenía nombre, lo conocíamos con el mote de "el jefe", porque era el gato más viejo y mandón del barrio. Era muy anciano y al principio esquivo, con los años acabó amansándose y viniendo todos los días a pedir comida, incluso se dejaba tocar. Era muy amigo de mis gatos. Creemos que murió a principios de verano durante una epidemia de panleucopenia.
Gris, gato que andaba por el barrio, alguna vez lo ví merodeando por mi tejado pero nunca se acercó, por eso me impresionó mucho que cuando se sintió enfermo apareciera detrás de mi puerta pidiendo ayuda, era muy bueno y se dejó tratar, por desgracia era doble positivo y no pudo superar la panleucopenia.
Balú, hacía un año que lo conocía. Cuando era pequeño lo cuidaba una señora del barrio, al fallecer su protectora Balú se vino a mi terraza a pedir comida. Era muy jovencito y alegre, también se vió afectado por la epidemia.
También murió un compañero suyo blanquinegro del que no tengo fotos, Chaplin.
Dani, apareció en la calle siendo muy pequeño, siempre se iba detrás de todo el mundo, algunas personas lo agredieron, por lo que hubo que sacarlo de la calle. Era positivo a leucemia felina y por eso nunca fué adoptado. Fué un gatito cariñoso y feliz hasta que desarrolló síntomas de su enfermedad y murió por problemas hepáticos.
Finalmente, un recuerdo muy especial para Renato.
Lo dejaron hace dos años en una colonia donde suelen abandonar muchos gatos caseros. Era viejito, sin dientes y muy pequeño de tamaño, sin embargo consiguió sobrevivir a la dureza de la vida en la calle. Era muy alegre y cariñoso y se ganó la simpatía de todo el mundo. Pero no fué sino gracias a una maravillosa familia asturiana que tuvo la oportunidad de cambiar su vida y acabar sus días rodeado de cuidados y cariño.
Este mes Renato se fué porque era muy anciano y tenía algunos problemas de salud, nos hubiera gustado que hubiera podido disfrutar unos años más de la lotería que le tocó al final de su vida y que su familia lo hubiera podido tener más tiempo a su lado.
Aunque haya sido por poco tiempo Renato supo dar y recibir mucho cariño y dejó un bonito recuerdo en todos los que lo conocimos. Mucho ánimo a su familia.