La historia de Gary es breve. Me llamaron por la mañana. Era una familia con niños que querían adoptar un gatito por que la gata de la familia había muerto. Estaban interesados en un machito, yo sólo tengo hembras ahora, así que les dije que si me enteraba de algo ya les llamaría.
Esa misma noche iba en autobús al hospital para cuidar a mi hermano y justo al bajar en la parada vi un gatito naranja de dos meses debajo de la lluvia intentado llamar la atención de las personas que esperaban el autobús. Bueno, si existe el destino desde luego intervino en esta historia, llamé a la familia y aceptaron acoger al gatito, después llamé a unos amigos que recogieron a Gary y se encargaron de tramitar la adopción al día siguiente.
Todo salió bien y Gary encajó a la perfección en su nuevo hogar, es bueno, juguetón y se lleva bien con los niños.
Un gatito simpático y con muuuuucha suerte
No hay casualidades,los eventos se dan con independencia de nuestra voluntad,si has leído la historia de Merlín te darás cuenta que fueron demasiadas casualidades la que llevaron a nuestro encuentro.Feliz desenlace,saludos de Merlín.
ResponderEliminarAsí da gusto. Qué historia tan bonita.
ResponderEliminarEstá claro que el destino es mágico y los gatos también.
Qué alegría!
ResponderEliminarAhora, que tu hermano se ponga bien!
Saluudos!
Es estupendo poder leer estas historias tan bonitas. Con la de animalitos que hay abnadonados y lo que cuesta que los adopten. Gary ha tenido mucha suerte. Y si, creo que el destino se acordó de ti.
ResponderEliminarUn beso.
Esta vez el destino lo tenía claro!!
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