miércoles, 28 de diciembre de 2011

El Híbrido

Tengo un animal curioso mitad gatito, mitad cordero. Es una herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado del todo; antes era más cordero que gato. Ahora es mitad y mitad. Del gato tiene la cabeza y las uñas, del cordero el tamaño y la forma; de ambos los ojos, que son huraños y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par saltarines y furtivos. Echado al sol, en el hueco de la ventana se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre como loco y nadie lo alcanza. Dispara de los gatos y quiere atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina a los ratones. Horas y horas pasa al acecho ante el gallinero, pero jamás ha cometido un asesinato.
Lo alimento a leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la leche entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente, es un gran espectáculo para los niños. La hora de visita es los domingos por la mañana. Me siento con el animal en las rodillas y me rodean todos los niños de la vecindad.
Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestar ningún ser humano. Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo el poseedor y no otro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte, si no se siente solo, por qué no tiene hijos, como se llama, etcétera.
No me tomo el trabajo de contestar: me limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones. A veces las criaturas traen gatos; una vez llegaron a traer dos corderos. Contra sus esperanzas, no se produjeron escenas de reconocimiento. Los animales se miraron con mansedumbre desde sus ojos animales, y se aceptaron mutuamente como un hecho divino.
En mis rodillas el animal ignora el temor y el impulso de perseguir. Acurrucado contra mí es como se siente mejor. Se apega a la familia que lo ha criado. Esa fidelidad no es extraordinaria: es el recto instinto de un animal, que aunque tiene en la tierra innumerables lazos políticos, no tiene un solo consanguíneo, y para quien es sagrado el apoyo que ha encontrado en nosotros.
A veces tengo que reírme cuando resuella a mi alrededor, se me enreda entre las piernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le bastara ser gato y cordero quiere también ser perro. Una vez -eso le acontece a cualquiera- yo no veía modo de salir de dificultades económicas, ya estaba por acabar con todo. Con esa idea me hamacaba en el sillón de mi cuarto, con el animal en las rodillas; se me ocurrió bajar los ojos y vi lágrimas que goteaban en sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene este gato de alma de cordero el orgullo de un hombre? No he heredado mucho de mi padre, pero vale la pena cuidar este legado.
Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque son muy distintas. Por eso le queda chico el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patas delanteras contra mi hombro y me acerca el hocico al oído. Es como si me hablara, y de hecho vuelve la cabeza y me mira deferente para observar el efecto de su comunicación. Para complacerlo hago como si lo hubiera entendido y muevo la cabeza. Salta entonces al suelo y brinca alrededor.
Tal vez la cuchilla del carnicero fuera la redención para este animal, pero él es una herencia y debo negársela. Por eso deberá esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me instigan al acto razonable.

El Híbrido de Franz Kafka (Bestiario, Editorial Anagrama) 



Me pregunto que aspecto tendría ese híbrido. ¿Tal vez algo así?

Selkirk Rex, gato de pelo rizado
 

lunes, 26 de diciembre de 2011

A pasado el tiempo...

Fotos de las Navidades pasadas, Julio y M de pequeños junto a las hermanas Siva y Lula.

M y Julio cuando aún era medio normal, junto a una de las hermanitas


Melé de gatos, aparecen Manoli, Consuelo, M y uno de los hijos de Rania


Aparecen por este orden, Siva, Consuelo, Alí (hijo de Rania) y Julio

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Caer de pie

 Los gatos cuando caen de pequeñas alturas tienen la habilidad de aterrizar sobre sus cuatro patas con gracia y sin sufrir daños. ¿Cómo funciona el mecanismo que les permite hacer esto?

 Cuando pierden el equilibrio se activa un sistema de alarma, el líquido del oido interno chapotea y hace saltar un reflejo autocorrector.

  1º  Rotan la cabeza y alinean la columna. Al tener una clavícula pequeña no unida a la articulación del hombro y poseer una espina dorsal flexible, pueden girar el cuerpo con facilidad.
  2º  Realizan una serie de movimientos rotatorios con sus patas para conseguir alinearlas. Se ayudan encogiendo las patas delanteras y extendiendo las traseras.
  3º  Adoptan una postura defensiva arqueando la espalda, y extendiendo las patas delanteras, de  esta forma hacen resistencia al aire y frenan la caída.

En el instante final relajan el cuerpo, lo que les protege del impacto.

Como curiosidad este reflejo aparece sobre las 3 o 4 semanas de edad.

Los gatos pueden soportar caídas desde bastante altura, incluso cuando mayor es esta tienen más tiempo de corregir la postura y caer sobre sus patas, pero cuidado, todo tiene un límite y si la caída es de muchos pisos pueden sufrir daños serios, incluso morir por el impacto.


lunes, 12 de diciembre de 2011

No regales animales por Navidad


Aunque el cartel es bastante expresivo,lo explicamos un poco más, los animales  aparte de ser monísimos y peludos, lloran, ladran maullan pian comen cagan enferman hay que sacarlos hay que lavarlos hay que cuidarlos sueltan pelos plumas o babas rompen muerden arañan ensucian saltan y corren  ... y así durante varios años, según la especie del animalito que elijas como detalle navideño. Asi que, si la persona a la que se lo regalas no es un loco por los animales posiblemente no le estes haciendo un regalo, sino una putada.  Los regalos, mejor que no tengan vida, que lo peor que va a pasar con ellos si no les gustan es que los escondan en el sótano y los saquen nada más que cuando vayas de visita.

jueves, 8 de diciembre de 2011

"Mininos" o la lealtad del gato

"La fidelidad de los perros es algo muy distinto a
la lealtad de los gatos pues ésta última es más
sincera y caprichosa".

Breve reseña del libro "Mininos":  Los gatos son para la autora los mejores compañeros de viaje y ellos le hacen descubrir los matices más secretos y entrañables de cada lugar, algo que sucede en la primera parte de esta obra, en la que estos pequeños felinos descubren al lector ciudades como Casablanca, Er-rachidia, Venecia, Estambul, Atenas, la isla de Ítaca, París o Sintra.

Ya en la segunda parte, Pilar Fernández muestra su universo más íntimo para seguir la aventura entrañable de su convivencia con los mininos domésticos, y llevará al lector a conocer las personalidades de Sócrates, Sapho, Daphne, Orfeo, Sapho Dos, Amarguito o Baudelaire.Se experimentará además el espejismo de comprobar cómo los nombres de cada uno de ellos van marcando, de forma sorprendente, lo que más adelante serán sus insignificantes o sublimes destinos.
Mininos (Cafelonia, Mérida, 2011)

Mininos, es un recorrido mágico por el mundo, visto a través de los ojos de los gatos, también es un homenaje afectuoso de la autora a todos los gatos con los que ha compartido su vida. Una lectura muy agradable para todos los que amamos y comprendemos el universo de los mininos.


Gato rifeño 

Espera en la humedad
de los umbrales
ese felino sabio,
junto a la puerta azul del paraiso,
en el recodo
de una angosta callejuela.
Con la primera claridad del día
ha escuchado los ruidos de la casa,
el roce de las telas, lo susurros,
sabe que la mujer
se ha levantado ya, prepara el té.
No ignora que muy pronto
saldrá al portal
y dejará a escondidas
un mendrugo de pan
mojado en leche fresca.



domingo, 4 de diciembre de 2011

W

Parecía que tu historia tendría el mejor de los finales, eras precioso, pequeño y tenías mucho encanto, había varias familias que querían darte un hogar. Eras afortunado e ibas a tener la vida que no todos los gatos de la calle consiguen tener. Un estúpido accidente acabó con tu vida de forma inesperada y no pudo ser...

La vida puede ser hermosa, pero también muy triste y cruel.



sábado, 3 de diciembre de 2011

7 mitos sobre gatos

Los que tenemos gatos sabemos que son unos de los animales más desconocidos y víctimas de falsas creencias.  La mayoría de los prejuicios contra ellos no tienen fundamento sencillamente la gente los oye y los da por ciertos.  Aquí van algunos de los más comunes:
 
Los gatos no son cariñosos 

Los gatos son cariñosos, el ronroneo, rozarse contra nuestras piernas, amasar, son muestras de afecto. Ellos muestran su cariño de forma sutil, a las personas que no conocen el lenguaje corporal de los gatos les pueden pasar desapercibidas. Aunque hay verdaderos gatos-mochila que no son nada sutiles,  cuidado con ellos, no te los quitarás de encima en todo el día.

No son sociables

Este error viene por confundir comportamiento social, con comportamiento sociable.
El comportamiento social consiste en la capacidad de un animal para convivir en un grupo organizado, donde existen jerarquías claras y es necesaria la cooperación y el orden para la supervivencia. Los gatos pueden vivir en solitario, a veces forman pequeños grupos con una jerarquía débil donde cada miembro hace lo que quiere en su vida. Por esto no se les considera animales muy sociales. Pero esto no influye para nada en la sociabilidad, los gatos son bastante sociables,  buscan el contacto con humanos y  pueden formar vínculos afectivos muy fuertes con personas o con otras especies animales.



No aprenden

Los gatos son inteligentes y tienen capacidad de aprendizaje, pero sólo aprenden lo que les gusta o les conviene, pueden aprenden a abrir puertas, cajones,  incluso algunos pueden imitar sonidos. Ahora, si intentas obligarlos a hacer lo que tu quieres, fracaso asegurado, al ser cazadores solitarios y no animales de manada, aprenden nada más que lo que les es útil, no aceptan órdenes. Se les puede educar mediante el uso de premios.

Los adultos no se adaptan

Frase típica: “quiero un gatito de menos de dos meses porque los  mayores no se adaptan”. Existe el prejuicio generalizado de que un gato adulto no se adapta a la convivencia familiar, no se de donde puede venir esta creencia, todos los gatos adultos que he recogido de la calle prácticamente se subieron a mis brazos y me obligaron a llevarlos a casa, allí se adaptaron pronto al nuevo ambiente. 
Los gatos adultos que se pierden o se abandonan, están socializados  y acostumbrados a vivir en familia, además ya está educados, no hacen trastadas  y ya sabes el carácter que tienen (con los cachorros puede haber alguna que otra sorpresa)
De todos los prejuicios en contra de los gatos este es uno de los más difíciles de erradicar y perjudica mucho a los gatos adultos que esperan en los refugios y perreras, para ellos prácticamente no hay esperanza de salir de allí.

Nunca se caen

Los gatos son unos de los animales más ágiles que existen, pero no hay que olvidar que todos podemos dar un traspiés.  Cuidado, si crees que nunca se caen y no tomas precauciones te puedes acabar quedando sin gato.
 
No pueden convivir con perros

Falso, los gatos normalmente ignoran a los perros o huyen de ellos, un perro bien enseñado no debería atacar a otros animales, si tu perro ataca a los gatos no es “porque esté en su naturaleza” seguramente es que tú no te has molestado en educarlo correctamente. Muchas personas tienen gatos y perros en casa, y tienen una buena convivencia, incluso pueden ser buenos amigos.
 
Los gatos y los bebés no pueden convivir

Es triste, pero mucha gente cuando va a tener un bebé, corre a deshacerse de su gato.

 No hay ninguna razón por la que gatos y niños no puedan estar juntos, hay personas que argumentan que el gato puede transmitir enfermedades al niño, esto no es cierto, si cuidas bien de tu gatito y lo llevas al veterinario debería estar sano, y, si no eres capaz de tener un gato en buenas condiciones, vas a ser capaz de cuidar de un niño?
Para un niño es bueno crecer al lado de un animal, pueden ser amigos y compañeros de juegos.


viernes, 2 de diciembre de 2011

Gatos y gatitos en adopción (Diciembre 2011)

Estos gatitos están acogidos a la espera de tener un hogar definitivo:

Rania, en sus tiempos de vagabunda de tejado
Rania

Rania o "la eterna", acogida desde hace un montón de tiempo, apareció hace ahora un año pidiendo ayuda en mi terraza, estuvo allí acampando durante unos meses hasta que una vecina idiota empezó a ponerle veneno y tuvimos que meterla en casa. La historia de Rania aquí.


Es un encanto de gatita, le gusta mucho estar con la gente, cuanta más mejor, jeje. No extraña a nadie y siempre acude a saludar a las visitas. Siempre sale a despedirme al balcón y a recibirme cuando vuelvo, es especialmente lista. Si no me animo a quedarme con ella es porque no le gusta estar con otros gatos y mi casa está hasta los topes, siempre está estresada y se que sería mucho más feliz en una casa donde fuera la única gata.

Wanda


Tiene tres meses, es muy alegre y juguetona. Tiene un carácter muy bueno, sociable tanto con personas como con gatos. Es muy sumisa y nunca responde a los ataques de los otros gatos, sólo quiere jugar y hacer amigos. Además es una tricolor preciosa.


M y Wanda, inseparables desde el primer momento
Diana (adoptada)


Diana apareció en una colonia, la recogimos para castrarla, pero cuándo llegó la hora de devolverla a la colonia descubrimos que la mayoría de los gatos habían desaparecido (nos imaginamos como...), nos pareció que devolverla allí era condenarla a morir, asi que en las últimas semanas ha residido en la escalera de mi casa, en la clínica veterinaria, en un caserón vacío, la escalera de mi casa otra vez... y finalmente ha pasado a ser una inquilina más de mi ya bastante atiborrada casa. Es una gata muy sociable y comunicativa, le encanta jugar, y aunque al principio pensábamos que le daban miedo los gatos, al final se ha integrado de maravilla y comparte diversión y juegos con todos (menos con Rania, claro).Cruce de siamés muy bonita y ya está castrada.


Para adoptar alguno de estos gatitos contacta en: gatosencasa@hotmail.com

Todos se encuentran en Badajoz capital y se entregan identificados y con contrato de adopción

martes, 29 de noviembre de 2011

Silencio


Los gatos son incomprendidos porque no se dignan explicarse: son enigmáticos únicamente para quien ignora la potencia expresiva del mutismo. Paul Morand



jueves, 24 de noviembre de 2011

Gary

  La historia de Gary es breve. Me llamaron por la mañana. Era una familia con niños que querían adoptar un gatito por que la gata de la familia había muerto. Estaban interesados en un machito, yo sólo tengo hembras ahora, así que les dije que si me enteraba de algo ya les llamaría.

 Esa misma noche iba en autobús al hospital para cuidar a mi hermano y justo al bajar en la parada vi un gatito naranja de dos meses debajo de la lluvia intentado llamar la atención de las personas que esperaban el autobús. Bueno, si existe el destino desde luego intervino en esta historia, llamé a la familia y aceptaron acoger al gatito, después llamé a unos amigos que recogieron a Gary y se encargaron de tramitar la adopción al día siguiente.

Todo salió bien y Gary encajó a la perfección en su nuevo hogar, es bueno, juguetón y se lleva bien con los niños.

Un gatito simpático y con muuuuucha suerte

domingo, 20 de noviembre de 2011

Humano y gato. Origen de la asociación

El gato es uno de los animales de compañía más populares del mundo, sin embargo su asociación con hombre es relativamente reciente.  ¿Por qué este animal que puede vivir perfectamente en libertad decidió convivir con los humanos?


Teoría de la mutación genética

 Los gatos comienzan a convivir de forma estrecha con los humanos en el Delta del Nilo alrededor del 1500 AC. Los estudios arqueológicos señalan al Gato Salvaje Africano (Felis sylvestris lybica) como el ancestro del actual gato doméstico.


Normalmente los gatos salvajes adultos tienen comportamientos extremadamente solitarios y agresivos hacia el hombre, se cree que en algún momento el Gato Salvaje Africano sufrió una mutación genética, que redujo sus niveles de stress al encontrarse cerca de humanos.

Esta modificación supuso una gran ventaja para los gatos, podían aprovechar fuentes de alimentos nuevas, como colonias de roedores en las granjas, basureros, y obtener mejores opciones de resguardo. Además no tenían competencia ya que otras especies de gatos al temer a los humanos permanecían lejos de esas áreas.


Los humanos por su parte al observar que los grupos de gatos ayudaban a mantener a raya las plagas de roedores tuvieron una actitud receptiva hacia ellos.


Algunas personas comenzaron a llevar cachorros a sus casas para criarlos. Los gatitos criados así aceptaron a los humanos como sustitutos maternos.
Estos gatitos portadores de la mutación genética se mantendrían siempre en un estadio infantil, y tendrían menos probabilidades de independizarse y volver a la vida salvaje al llegar a la madurez, no como ocurre con otras especies de gatos, que aunque se crien en cautividad al llegar a adultos son socialmente independientes y rechazan el contacto con humanos.


 Según esta teoría los gatos domésticos nunca llegan a ser completamente adultos y mantienen una actitud infantil, se quedan estancados en la fase de adulto joven, es decir tienen el comportamiento de un cachorro a punto de pasar a la edad adulta. Sin embargo, esta modificación no es suficiente para alterar sus respuestas frente a  amenazas o la habilidad para la caza, por lo que los gatos domesticados tienen estrategias para afrontar un desafío. Por eso podemos encontrar en la calle o en el campo colonias de gatos domésticos asilvestrados.


El gato como animal de compañía


 Estos felinos sociables llamaron la atención de los romanos durante sus invasiones y empezaron a introducirlos en zonas de Europa donde tuvieron mucho éxito y comenzaron a cruzarse con especies de gatos salvajes autóctonas.


En un principio los gatos convivían con el hombre en los asentamientos pero fuera de las casas, a los humanos les interesaba tenerlos cerca, por el beneficio que obtenían, incluso eran cuidados y apreciados como algo valioso, pero no se les daba utilidad como compañía. Es en Europa 2000 años después de su domesticación en Egipto, cuando el aprecio por estos felinos hace tenerlos en el interior de las casas, como compañía no sólo por razones prácticas.

Los gatos domésticos han sufrido algunas modificaciones estéticas a lo largo de los siglos, pero en general sus características físicas y de comportamiento no están alteradas comparadas con las de su antecesor salvaje.


Actualmente el gato es uno de los animales de compañía preferidos en todo el mundo, cada vez tenemos menos tiempo y vivimos en casas más pequeñas, los gatos son pequeños, requieren poco tiempo y son bastante autónomos. En los últimos años se aprecia un aumento de este animal en los hogares.


El gato es uno de los mamíferos depredadores que sobrevive con más éxito sobre la tierra. Se estima que en la actualidad habitan en una amplia variedad de ambientes 400 millones de gatos y la mayoría no son animales de compañía sino que viven libremente con la misma reactividad reducida que tenía el primero de los Gatos Salvajes Africanos, modificada por casualidad, en el Egipto Antiguo.


Fuente: Comportamiento Animal

domingo, 13 de noviembre de 2011

El Reloj

      Los chinos ven la hora en los ojos de los gatos. Cierto día, un misionero que se paseaba por un arrabal de Nankin advirtió que se le había olvidado el reloj, y le preguntó a un chiquillo qué hora era.

    El chicuelo del Celeste Imperio vaciló al pronto; luego, volviendo sobre sí, contestó: «Voy a decírselo.» Pocos instantes después presentose de nuevo, trayendo un gatazo, y mirándole, como suele decirse, a lo blanco de los ojos, afirmó, sin titubear: «Todavía no son las doce en punto.» Y así era en verdad.

     Yo, si me inclino hacia la hermosa felina, la bien nombrada, que es a un tiempo mismo honor de su sexo, orgullo de mi corazón y perfume de mi espíritu, ya sea de noche, ya de día, en luz o en sombra opaca, en el fondo de sus ojos adorables veo siempre con claridad la hora, siempre la misma, una hora vasta, solemne, grande como el espacio, sin división de minutos ni segundos, una hora inmóvil que no está marcada en los relojes, y es, sin embargo, leve como un suspiro, rápida como una ojeada.

     Si algún importuno viniera a molestarme mientras la mirada mía reposa en tan deliciosa esfera; si algún genio malo e intolerante, si algún Demonio del contratiempo viniese a decirme: «¿Qué miras con tal cuidado? ¿Qué buscas en los ojos de esa criatura? ¿Ves en ellos la hora, mortal pródigo y holgazán?» Yo, sin vacilar, contestaría: «Sí; veo en ellos la hora. ¡Es la Eternidad!»


Pequeños Poemas en Prosa. Charles Baudelaire.




En memoria de Dora

Viejos amigos

Nos encanta tener noticias de nuestros antiguos acogidos, en ese sentido ha sido una buena semana, hemos sabido de varios de ellos.



Por fin he tenido un rato libre y he pasado a ver como está Gamusino. Lo he encontrado muy crecido y guapo, aunque las fotos no le hacen justicia. Vive con dos gatitas y un cocker, es muy querido en la casa. Aunque sigue en adopción yo creo que se van a quedar con él, y ojalá que sea así porque en ningún sitio va a tener más cariño ni va a estar mejor que donde está ahora.


Zen, ahora hace un año que se fué a vivir con su familia y casualmente nos han mandado noticias y fotos de él, está muy grande, ahora es un gatito muy activo y juguetón, nada que ver con aquel gatito tímido y apocado que yo recogí, jeje.


Lula, nos encontramos a la familia de Lula el otro día, también es una gatita alegre y traviesa. Nos gusta su historia. La adoptaron para hacer compañía a un gatito que siempre estaba enfermo y deprimido, desde que llegó ella es otro y nunca se ha vuelto a encontrar mal.


Los hermanos, muy contentos de tener una casa y una familia, dejo este vídeo que nos mandaron donde se ve las buenas migas que hacen con su hermano mayor.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Toricidios: Hoy el Toro de Júbilo. Medinaceli

En un par de días se celebrará el Toro de Júbilo, en este caso el "acto artístico y cultural", consiste en atar unas bolas en los cuernos del toro, prenderles fuego y dejar que el aterrorizado animal deambule por las calles.
Si te parece que esta festividad es una muestra de crueldad y de atraso, puedes enviar y difundir la siguiente carta. Incluye las direcciones donde debe enviarse.
Nota en Facebook: https://www.facebook.com/#!/notes/libertad-animal/petici%C3%B3n-contra-el-toro-de-j%C3%BAbilo-en-medinaceli-difusi%C3%B3n/259735980745027

Direcciones:
ayuntamientomedinaceli@yahoo.es
secretaria@medinaceli.es
aedl@medinaceli.es
ayuntamiento@medinaceli.es

Estimados señores,

Esta carta pretende ser una petición de un gran número de españoles que nos sentimos ofendidos e impotentes de ver como un años más, se celebrará en sus inmediaciones la popular fiesta llamada "Toro de Júbilo".
El Toro de Júbilo, una fiesta legendaria y muy conocida en Medinaceli pues data del siglo XVI, y somos conscientes de la tradición popular que ha representado a la ciudad desde entonces. No obstante, es necesario que se tenga en cuenta la opinión de una gran mayoría de españoles, que cada año vemos con desolación la celebración de esta fiesta, que para nosotros, no es más que otro maltrato hacia un animal indefenso e inocente.
Si bien es cierto que el animal no muere en la fiesta, este no es argumento válido para justificar el sufrimiento físico y psicológico que si padece, pues recordamos que se realiza en contra de su voluntad y ejerciendo actos que van en contra de sus instintos naturales. Es sabido que el fuego es temido por todos los animales, pues inconscientemente saben que deben huir de él, y el hecho de exponer al animal al fuego de una forma tan directa y cercana, provoca en él una gran ansiedad y estrés, que se acentúa con la muchedumbre de personas que se abarrotan por las calles, gritando y corriendo alrededor del toro, que desconcertado al principio, intenta desprenderse de las bolas de fuego y seguidamente deambula buscando un refugio, sin obtener resultado.
Además, es necesario recordar que dicha fiesta estuvo prohibida desde 1966 hasta 1972, después de que unos reporteros británicos denunciaran la fiesta, por la crueldad que emana, provocando que las mismas autoridades españolas tuvieran que evitar la celebración de la misma.

Concluyo pues, haciéndoles una invitación a la reflexión. Hasta que punto va a llegar España en las celebraciones de sus fiestas populares? Es necesario todo este sufrimiento animal para nuestra diversión? Realmente estamos respetando los derechos animales de los que también deberían gozar los toros?
Les pido por favor, que reflexionen sobre esto, y tomen medidas de concienciación de la población a fin de que el pueblo español dé, de una vez por todas, un paso hacia delante en materia de respeto animal

Muchas gracias por su atención,


NOMBRE
DNI
POBLACIÓN

 Toro Jubilo 2010. Medinaceli (Juan Sierra/PACMA) Juan Sierra / PACMA

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Alma

Quién puede creer que no hay alma detrás de esos ojos luminosos...

Theophile Gautier


martes, 1 de noviembre de 2011

El Gato. De Juan Carlos Onetti

Muchas cosas desagradables se pueden decir o imaginar de John. Pero nunca le sospeché una mentira; tenía demasiado desprecio por la gente para inventarse cualquier fábula que le fuera favorable.
De modo que cuando me contó alegre y bebiendo dry martinis la historia –para mí, sobretodo– de uno de sus casamientos fallidos, no tuve duda. Era, o fue, como mirar y oír una película sin posibilidad de recomienzo ni temor sobre su capacidad de ser creída. Tampoco quedaba agujero para una sonrisa.
Yo llegaba, una semana antes, de París y quería actualizar, confirmar y desechar los rumores que me habían llegado sobre amigos, más o menos comunes, durante mi ausencia.
John era un inglés conversador y sabía burlarse de todo con despego, a veces lástima, nunca maldad.
Bebimos y hubo un largo silencio: John parecía meditar indeciso con el ceño fruncido.
Dejó su vaso sobre la mesa y me dijo, conservando su actitud de piernas cruzadas y de resuelto perfil:
–Era francesa y tú la conoces. Tal vez lo sepas porque estabamos practicamente casados. Sólo nos faltaba el sacerdote, el juez y la llegada de unos muebles viejos y caros de los que no quería desprenderse. Bisabuelos y abuelos y padres, casi toda la historia de Francia. A mí sólo me importaba ella, Marie. Ya puedes buscar entre todas las Maries que recuerdes. Estaba loco y a veces pensé que era una locura sexual. Verla, bastaba; oler un pañuelo olvidado, bastaba; entrar al baño después de que ya había salido. Nos veíamos todas las semanas, aquí o en París. Dos o tres días seguidos. Ibamos y volvíamos. Y mi deseo aumentaba cada vez y yo me entregaba a él, escarbaba en él; quería más y más. Y cada más era era como un escalón que me impulsaba a pisar otro. Siempre en descenso porque yo sabía que estaba perdiendo salud y cerebro.
Sin dejar de ofrecerme un hombro, hizo una seña a Jeeves y vinieron dos vasos: dry martini para él y un gin tonic para mí. Encendió la pipa (él sabía que fumar apresuraría mi muerte) y estuvo un rato pensando, casi sonriendo con labios que no endulzaba la alegría. Como ocurre siempre en esta clase de cuentos me mantuve en silencio, esperando; fui recompensado, Johny dijo sin mirarme:
 
Fotografía "Vigilando" de Cristina Granados
 –Al gato lo bauticé Edgar. Y no porque fuera un gato negro con símbolos de horror, blancos, en su pecho.
–Una noche en que Marie, como estaba planeado, llegó al aeropuerto. La recibí, tomamos cocteles con la alegría de siempre, brindamos por la felicidad matrimonial. Esto no hace reír pero es cómico. Fuimos a cenar y luego a mi departamento. No te dije, porque no lo sé y tal vez no me importe, que la portera y semipatrona estaba encaprichada conmigo o, simplemente, me odiaba sin pausa. Algo de eso.
Entramos y encendí la luz. Ella no había estado nunca allí. Miró alrededor con una sonrisa que era de aprobación antes de haber nacido. Y vio, vimos, en medio de la gran cama, con su colcha blanca de señorita, un gato negro, grande, gordo. Un gato que yo veía por primera vez y que parecía acostumbrado a ronronear allí. Con las patas dobladas bajo el pecho nos miró con ojos curiosos y volvió a cerrarlos. Hasta hoy no sé cómo pudo haber entrado. Sospecho, apenas. Me adelante para acariciarle el lomo y la garganta y entonces ella explotó. Que echara el gato inmundo, que iba a llenar la cama de pulgas. A gritos y pateando el suelo. Yo encendí un cigarrillo y abrí la puerta. Le dije que me había hecho feliz encontrar por sorpresa que alguien nos daba la bienvenida. Ella me trató de estúpido y golpeó las manos hasta que el gato corrió hacia la puerta y la sombra del pasillo. Bueno, vamos a tomar otro vaso porque ya basta como prólogo. Lo que ocurrió es simple y para mí muy trabajoso de explicar. En aquel momento resolví que yo nunca podría casarme con aquella mujer; que era imposible vivir con ella, ser feliz con ella. No se lo dije entonces y el resto de la noche, hasta el cansancio de la madrugada pasaron como lo presentíamos y lo deseabamos.
Bebió de un trago, encendió nuevamente la pipa y sonrió alegre y desafiante. Ahora se volvió para mirarme los ojos y dijo:
–Lo que explica para cualquier tipo inteligente porque desde entonces solo he tenido aventuras y me he propuesto que duren poco.


Gracias a Sr Fraseos por el aporte.




Dedicado a Rocky

domingo, 30 de octubre de 2011

Gatas Carey: Luz y color

Gatas carey, tortuga, gata española, morisca, tricolor... Son los nombres con los que se conocen a las gatas cuyo pelaje presenta tres colores distintos, naranja, negro o blanco en su forma básica o diluidos.

La mayoría de los gatos tricolores son hembras, esto se debe a que el gen que determina el color naranja está ligado al cromosoma X. Una hembra tiene dos cromosomas X, pero los machos tienen un cromosoma X y uno Y. El color naranja del pelaje debido al gen “O” está asociado al cromosoma X. Para que una hembra sea tricolor debe tener un genotipo Oo, es decir, un gen “O” en el cromosoma X y un gen “o” en el otro cromosoma X. El macho, por consiguiente, nunca podrá ser tricolor debido a que sólo tiene un cromosoma X y, por tanto, no podrá portar los dos genes Oo necesarios para que se exprese el tricolor en su capa.
Excepcionalmente y a causa de una anomalía genética podemos encontrar un macho tricolor, pero es algo muy raro.

TIPOS DE TRICOLORES





Gatas Carey: en estas gatitas los colores están muy entremezclados, la base es el color negro, roto por vetas color naranja y crema, ocasionalmente también algo de blanco. La variedad de diseños es inmensa, es imposible encontrar dos iguales.


Gatas Calicó: Se denominan calicó las gatas en las que predomina el color blanco y los otros colores están bien diferenciados. Puede ocurrir que sean casi blancas y tengan pequeñas manchas naranjas y negras.

Como curiosidad en Japón se considera que atraen la buena suerte y los marinos solían llevar gatas de este color a bordo.



Las gatitas tricolores, en especial las Carey, forman parte de los gatos "incomprendidos" y de difícil adopción. En este caso parece ser que el color del pelaje no es del agrado de la mayoría de la gente y no las adoptan porque les parecen feas.

Es triste que mucha gente no esté dispuesta a darle un hogar a un animal que lo necesita porque no le guste su color. Adopta para tener un compañero o para salvar una vida, el cariño y la compañía es la misma sea cual sea el color y el aspecto.

Para aprender más sobre gatas tricolor: Mi Gato

Han colaborado como "modelos" para esta entrada: Consuelo, Rania y Wanda.

domingo, 23 de octubre de 2011

Igualdad



"El alma es lo mismo en todas las criaturas vivientes, aunque el cuerpo de cada una sea diferente"

Hipócrates

martes, 18 de octubre de 2011

Fotos de Pilot

Unas fotitos de Pilot en su casa.
Ya está muy bien, le ha costado mucho pero se ha acostumbrado a vivir sin otros gatos. Nos cuentan que le encanta dormir y que ya pesa 4´600. Todo un gatazo¡¡



miércoles, 12 de octubre de 2011

Los Gatos de la Isla de Man

Orígenes

El gato Manx es originario de la isla de Man en la costa inglesa. Los gatos de esta raza tienen la peculiaridad de carecer total o parcialmente de cola.

Se conoce a estos gatos desde hace siglos aunque no fueron reconocidos como raza hasta principios del siglo XX.

La ausencia de cola se debe a una mutación genética espontánea en un gen autosómico dominante (M) de expresión variable. Esto explica la existencia de distintos largos de cola, que van desde la falta total de cola hasta longitud casi normal.  Debido al aislamiento y consanguineidad la mutación se perpetuó facilmente.

Morfología

Aparte de no tener una cola como la que tienen la mayoria de los gatos, el Manx es conocido por su apariencia robusta y redonda. Sobre todo en los machos, tienen una cabeza muy redonda con una expresión bonachona. Sus patas traseras son mucho más fuertes y largas que las delanteras, haciendo que la curvatura del lomo esté considerablemente más alta que los hombros, al correr tienen un movimiento muy característico que recuerda la carrera de un conejo.

La cola tiene las variedades: – Rumpy: ausencia de cola (ninguna vértebra caudal ni coccígea). Debe haber un hueco en el lugar de nacimiento de la cola. – Rumpy-ricer: ausencia de vértebras caudales, pero entre 1 y 3 vértebras coccígeas recubiertas de un mechón de pelos. – Stumpy: cola de algunos centímetros, entre 1 y 3 vértebras caudales, con frecuentes anomalías óseas (cola “anudada”). – Longy o Tailed: cola normal o nudosa.

Poseen un pelaje corto y denso, con abundante pelusa. En cuanto al color, se dan todos los tonos y dibujos.

Desarrollo y reproducción

 La reproducción de los Manx es difícil, no son muy fértiles y el desarrollo de los gatitos es lento.Los gatitos portadores de dos copias del gen mutante M mueren en el útero y la consanguineidad puede ocasionar gatitos con malformaciones. Los cachorros que sobreviven se convierten en adultos robustos y suelen gozar de buena salud.

Carácter

Gatos de carácter tranquilo y bonachón, conviven bien con otros animales. Son muy amigables y afectuosos. Muy equilibrados, les encanta estar acompañados.
Debido a sus robustas patas traseras saltan más que los demás gatos y alcanzan con facilidad los muebles más altos.
Conservan su naturaleza cazadora, consecuencia directa de su alimentación durante siglos a base de roedores.

sábado, 8 de octubre de 2011

La Dama de los Gatos

Sale del portal con dos voluminosas bolsas, una colgando de cada mano. Parece que pesan bastante pero ella las lleva con esa ligereza con que las personas más fuertes manipulan las cosas grandes y aparatosas. Casi menuda, dice que las caminatas nocturnas la mantienen en forma. Lleva un pantalón de chándal, un forro polar azul y un par de zuecos de goma, de esos con agujeros por arriba que antes solo calzaba el personal sanitario o el de la limpieza y que de pronto empezamos a ver en los pies de los turistas yanquis y de las modelos más díscolas. Ella se los pone para no empaparse en los charcos, para poder meterse por el barro. Hace ya al menos dos horas que anocheció y no se ve ni un alma. Se diría que la única vida alrededor es la que se enmarca en las ventanas iluminadas por la luz anaranjada de las salas de estar y los fogonazos azules de los televisores. Pero hay una vida más pequeña, una existencia más modesta que impulsa a nuestra amiga cuesta abajo, cargada con sus bolsas, y hacia la que camina con el pelo algo desordenado y la sonrisa en su sitio.
Frente a quienes agreden a los gatos callejeros, ella protege a estos bellos y misteriosos compañeros.
No puedo decir su nombre. Tampoco puedo desvelar el lugar en el que nos encontramos. La sigo con una devoción similar a la que supongo se profesa a los santos, mientras ella me explica que hace siete paradas en su ruta. Todas las noches, cuando los demás se han ido de vacaciones o han salido a divertirse o remolonean en su sofá o se encuentran debilitados por la gripe. Todas las noches, haga frío o calor.
Hoy estamos de suerte: no nos empapa la lluvia ni nos azota el viento ni la helada nos corta la respiración. Es solo una simple noche de invierno, pero advierto que ella debe de estar hecha de un material más resistente, pues varias veces, al agacharse, el pantalón del chándal y el forro polar se separan un poco en su espalda y dejan al aire una franja de carne donde yo tengo la impresión de sentir el frío más que ella misma: como si la concentración en lo que hace le impidiera sentirlo, ni una sola vez acerca la mano al borde de la ropa para estirar, hacer ese gesto de taparse. Mientras distribuye la comida (una seca que suena -lo único que se oye en esta soledad- al caer sobre el recipiente de plástico que recupera de entre los matorrales y que coloca sobre unos cartones con los que sustituye los mojados, y otra, que sirve de una lata -una de ese montón de latas que le trae regularmente su cómplice, su amigo-) me digo que no hay material más resistente que el amor y que por eso ella no siente el frío.
Tampoco tiene miedo. Se lo pregunto porque suele hacer el recorrido sola y nuestra primera parada es en un parque, al borde de una carretera. La luz de unas pocas farolas ilumina apenas un lugar que de noche es de sombras: las de los árboles, las de un quiosco de bebidas, las de los fantasmas que me acechan. A ella no. Ella solo teme a los envenenadores y se le ha iluminado la cara cuando un enorme gato corre a lo lejos hacia donde estamos. Le ha avisado con un tono especial y unas palabras dulces, que él ha reconocido rápido. Le llama Coco. Le habla. Cree que queda poco para acabar con su periodo de socialización y que entonces podrá aplicarle el método CES, que la anima desde hace años a continuar con su esfuerzo: capturar-esterilizar-soltar, el único eficaz para controlar el crecimiento de la población de gatos callejeros y gestionar de la mejor manera sus colonias.
Ella realiza una tarea que debiera ser obligación de las instituciones locales. Lo hace sola y casi clandestina, con la mera connivencia de algunos vecinos que toleran su generosidad frente a la hostilidad, y hasta el acoso, de la mayoría. Frente a quienes persiguen y agreden a los gatos callejeros o asilvestrados. Pero sabe que son la educación, la sensibilización y la responsabilidad las vías para proteger a estos bellos, misteriosos y pacíficos compañeros. Actualmente alimenta a unos 50 y trata de ganarse la confianza de unos cuantos a los que esterilizar y devolver a su colonia si no encuentra adopción para ellos. Ha perdido la cuenta de los que ha salvado, devolviéndolos o no a la calle. Los desparasita regularmente. Se lleva a casa a los enfermos. Rescata camadas huérfanas que lloran por sobrevivir.
Después del parque vamos a un par de descampados. Luego, a una azotea mugrienta, inundada y sórdida, a la que se accede por unas escaleras metálicas y donde solo distingo aparatos de aire acondicionado. Allí la esperan otros seis, que me recuerdan el calor de las mantas y el cariño en que he dejado envueltos en casa a mis dos gatos, que también fueron callejeros. Siento angustia, tristeza y rabia. Ella les recoloca el refugio de poliuretano que su amigo ideó para ellos hace unos días. Ya solo queda un punto, en plena calle. Allí rescató a Héctor, al que puso el nombre del niño con el que jugaba. La silueta de su hermano se recorta al final de la acera. Solo entonces se enciende ella un cigarrillo de liar que saca de una cajita de metal. Y solo entonces me fijo en sus manos: algo toscas, con la piel seca y cortada. Son las manos de alguien cuya profesión sugiere manos finas y delicadas. Y cuando veo esas manos que algunos considerarían estropeadas, me dan ganas de besárselas.

Artículo de Ruth Toledano

Visto en: Entre Nómadas

Homenaje a las personas que se dedican de forma anónima a hacer un poco mejor la vida de los gatos de la calle

viernes, 30 de septiembre de 2011

Gatos y gatitos en adopción ( OCTUBRE 2011)

RANIA


Rania, gatita acogida hace muuuucho tiempo, nadie ha querido adoptarla y eso que es lista, graciosa, buena y le encanta la gente, nunca extraña a nadie.
A Rania no le gustan mucho los demás gatos, nunca se pelea pero procura evitarlos, sería mucho más feliz en un hogar donde ella fuera la única gatita.

Nos encanta tenerla con nosotros, pero la verdad es que ocupa un espacio muy necesario para poder ayudar a otros animales que están en la calle. Está castrada.

Si quieres adoptarla contacta en k.amala@hotmail.com

WANDA


Wanda tiene dos meses, es una cachorrita feliz y alegre, se adapta a todo tipo de situaciones. Convive bien con perros y con gatos.


DIANA


Diana, gatita encontrada en una colonia callejera, es muy bonita y cariñosa. Su acogida se acaba en breve y tendrá que volver a la colonia si no le sale nada. Está castrada

BEBO (o El Gamusino). Adoptado


Gatito macho de un mes y medio, extraviado de su madre está acogido en una cochera y se pasa la mayor parte del día metido en un transportín para que no se pierda. Es un gatito adorable y bueno, muy manso y cariñoso, es una pena que tenga que estar encerrado cuando podría hacer feliz a cualquiera.
ADOPCIÓN URGENTE.

Si quieres adoptar alguno de estos gatos contacta en gatosencasa@hotmail.com

Condiciones de adopción aquí

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