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Riña de Gatos. Francisco de Goya |
La agresividad en gatos es una conducta normal cuando se encuentran en estado salvaje, forma parte de las estrategias de supervivencia. En estado doméstico es raro que aparezcan conductas agresivas, pero a veces sucede.
Es importante conocer las razones por las que puede aparecer e intentar evitar que se produzcan.
Formas de agresividad
Miedo y dolor: si el gato empieza a presentar conductas agresivas, lo primero que hay que hacer es averiguar si padece alguna enfermedad que curse con dolor, debemos hacer que el veterinario lo examine y vea si hay algún problema,
el dolor agudo puede ser causa de agresividad.
Si el gato está muy asustado por alguna razón al intentar tocarlo para calmarlo nos puede morder o arañar, debemos aprender a
distinguir la postura asociada a la agresividad (cuerpo encogido, orejas pegadas, bufidos) y evitar manipular al gato hasta que se calme.
Exceso de energía y aburrimiento: a veces un gatito joven, que pasa muchas horas sólo descarga su energía mediante juegos violentos, hay que procurar que tenga juguetes y
dedicar algún tiempo a jugar con él, si esto no da resultado podemos plantearnos adoptar otro gato o perro para que tenga un compañero con el que jugar.
Agresividad aprendida: Cuando juguemos con gatitos jóvenes
no debemos permitir que muerdan o arañen, ni que el juego sea demasiado rudo, comportamientos que de pequeños resultan graciosos, al convertirse en adultos pueden pasar a ser problemáticos.
Agresión asociada a causas hormonales: al llegar a la madurez sexual muchos gatos se vuelven más rebeldes y territoriales, pueden morder si un intruso se acerca a lo que ellos consideran su territorio y estan más irritables. Es conveniente
esterilizar tanto a machos como a hembras mientras son jóvenes y así evitamos la aparición de estos síntomas.
Agresividad redirigida: a veces el gato puede estar asustado, estar desafiando a otro gato o peleando con otro animal de la casa, al intentar calmarlo podemos ser atacados, esto es debido a que en ese momento nuestra mascota no tiene a mano el objetivo que le desencadenó tal conducta y la
redirige hacia la persona que se ha interpuesto en su camino.
Agresividad de reafirmación o relacionada con el estatus: es muy raro pero a veces las jerarquías sociales de los gatos pueden incluir interacciones con los seres humanos.
Algunos gatos son dominantes y agresivos y pueden mostrar su agresividad hacia las personas cuando se les acaricia, cepilla o se les coge. Debéis saber que muchos gatos no soportan que este tipo de actuaciones se prolonguen demasiado tiempo.
Intentar prevenir la aparición
- No se debe separar a los gatitos de su madre y hermanos antes de los dos meses, su madre les enseñará a no morder fuerte y a comportarse en sociedad, los gatitos separados prematuramente de su familia no tendrán ocasión de disfrutar de este importante aprendizaje.
- No debemos tolerar juegos rudos, si el gatito nos muerde o araña lo corregiremos con un NO firme. También podemos cortar el juego si se pone excesivamente violento, así aprenderá que si no respeta las normas lo ignoramos.
- Distraer la agresividad, tener un juguete a mano y lanzarlo para distraer al gatito cuando el juego se pone violento.
Terapias
En casos raros la conducta agresiva puede persistir, en estos casos tendremos que acudir a un especialista (etólogo) para que haga un estudio y diseñe una terapia. El tratamiento incluirá:
Educación del propietario
Modificaciones en el ambiente
Modificaciones en la conducta del gato
Hay veces que la conducta agresiva del gatito puede tener su raíz en un daño neurológico, y necesitar un tratamiento farmacológico. Esta debe ser la última de las alternativas, tener un animal doméstico es una gran responsabilidad y debemos hacer lo que sea mejor para él.