El siamés viejito, que sobrevivía en la calle, gracias a los cuidados de Moni y Lola, ya tiene un hogar.
No es un hogar cualquiera, está con la familia de
Efi y Carlitos que se han ofrecido a cuidar de él sus últimos años.
El cambio le ha sentado estupendamente y se comporta cual jovenzuelo, saltando y jugando todo el día.
Me ha contado "un pajarito", que es mandón con su pobre hermano Carlitos, que como es tan bonachón es paciente con él y no lo pone en su sitio.
Renato es un "tipo duro", hay que serlo para sobrevivir en una colonia de callejeros, siendo canijo, mayor y desdentado, esperemos que con el tiempo comprenda que ya no tiene que competir por nada y aprenda a convivir en paz con su familia y a disfrutar de esta segunda oportunidad que ha tenido.