En una entrada anterior, comentamos como era el procedimiento para
castrar un gato macho, en esta hablaremos del control de la reproducción en hembras.
El celo de la gata
Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los seis y los diez meses de vida, durante el celo la gata modifica su comportamiento y aparecen conductas como maullar más de lo habitual, frotarse, revolcarse y en algunos casos marcar con orina, con la finalidad de atraer al macho. Pueden tener varios celos separados por algunos días de reposo durante una época del año (celo poliéstrico).
Como evitar el celo
Tratamientos químicos: consisten en tratamientos con inyecciones o pastillas, son derivados sintéticos de la progesterona que evitan la aparición del celo. Estos tratamientos producen numerosos efectos secundarios a corto y largo plazo tanto en el estado general de la gata (obesidad, diabetes mellitus) como en su aparato reproductor (tumores de mama, infecciones de útero). Por lo tanto, representan una opción de tratamiento para situaciones puntuales siempre bajo la supervisión del veterinario, pero son una opción muy peligrosa si se utilizan como tratamientos habituales para el control del celo. Además su uso durante largo tiempo resulta muy costoso y no supone ventajas en cuanto a precio sobre la castración quirúrgica.
Castración quirúrgica: Es el método más recomendable, se elimina el celo de forma definitiva y apenas tiene efectos secundarios, también evitaremos posibles quistes ováricos, tumores en útero y ovarios y otras infecciones uterinas . Lo normal es que se opte por extirpación de ovarios y útero ( se elimina la posibilidad de embarazo y el celo).
Como se realiza la intervención
Es una operación muy sencilla, unas diez horas antes de la intervención retiraremos la comida y el agua para que no vomiten durante el procedimiento. La operación se hace bajo anestesia general y dura sobre una media hora. Hay veterinarios que realizan la operación por el vientre y otros por el costado (en este caso la incisión será más pequeña).
Después de la castración, si todo ha ido bien nos la podemos llevar a casa, estará unos días con antibióticos y antiinflamatorios.
Es muy importante que la vigilemos para que no se muerda los puntos. En una semana más o menos estará totalmente recuperada.
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Castración realizada por el costado, se pueden ver los puntos |
Los precios de la operación varian mucho de una clínica a otra, oscilan entre los 150 y los 200 euros.
Mitos sobre la castración
- Les cambia el carácter: Falso, lo único es que desaparecerá el celo y en muchos casos la ansiedad por escapar y vagabundear, por lo demás seguirá siendo la misma de siempre.
- Es necesario que tengan al menos una camada: para nada, los animales solo se reproducen por instinto, no viven la sexualidad y la paternidad como nosotros, ellos no necesitan ser padres.
- Yo quiero una cria de mi gata: jamás va a ser igual que tu gato o gata, cada ser es una mezcla de sus progenitores, y es un ser único. Si dejas que tu perra o gata crie estas quitando oportunidad de ser adoptados a miles de animales que están abandonados en perreras y refugios, por desgracia solo hay hogares para una minoría.
- Es caro: es cierto que los veterinarios podían ser más solidarios y ajustar un poco los precios de las esterilizaciones, al fin y al cabo castrar es una de las bases para erradicar la sobrepoblación de animales y los abandonos. Pero hay clínicas que sacan ofertas o protectoras que hacen campañas de castración a bajo coste, puedes comparar precios e informarte. Además piensa que esterilizando previenes problemas de salud como tumores o piometras que a la larga pueden salirte mucho más caros.