Sin embargo un estudio realizado en Italia y publicado el la revista Journal of Veterinary Behavior demuestra que los gatos no son tan independientes como cabría esperar y que el comportamiento de las personas con las que conviven, influye de manera decisiva en las conductas de estos animales.
Distintos tipos de vida
En el estudio había dos tipos de gato, uno estaba compuesto por gatos que vivían en pisos pequeños y no tenían acceso al exterior, en el segundo se incluyeron gatos que vivían en casas grandes con posibilidad de salir e incluso pasar la noche fuera de la casa. Aparte de esto no había mayores diferencias en el trato, cuidado y relación con los dueños.
Aunque las atenciones hacia los gatos eran iguales en ambos grupos, se observó que los que vivían en espacios reducidos y más en contacto con sus propietarios estaban más sincronizados con los humanos, de manera que comían a las mismas horas que ellos y por la noche solo dormían.
Por su parte los gatos del segundo grupo tenían un comportamiento más típico de un felino, con una mayor actividad durante las horas nocturnas y un mayor instinto depredador.
Foto por : Haddhar |
Influencia mutua
Cuando las personas se convierten en el grupo social principal de los gatos, los humanos se convierten en el modelo de comportamiento, si los dueños dedican tiempo a jugar con sus gatos estos estarán motivados a permanecer más activos. También sincronizan sus horarios de comidas y a menudo la obesidad humana y felina suelen coincidir.
Por su parte los gatos pueden influir en el comportamiento de los humanos que ajustan sus horarios para responder a las necesidades de su gato, por ejemplo levantarse más temprano para darles de comer.
Animales inteligentes
Los gatos son animales inteligentes y tienen memoria duradera, son capaces de observar y aprender de los humanos, como comprender donde se guarda su comida y a que horas se la dan.
También son capaces de responder a demandas de afecto y a su vez pedirlas ellos también, los gatos pueden interactuar con sus dueños, entenderlos e incluso manipularlos para conseguir lo que quieren.
El estudio precisó que son más propensos a corresponder a las necesidades de sus dueños si ellos han respondido previamente a las suyas.
Un humano y un gato pueden desarrollar relaciones complejas con mutuo entendimiento. Las relaciones entre los gatos y los humanos involucran atracción mutua, compatibilidad de personalidades, facilidad de interacción, juego, afecto y apoyo.
Foto por: Zola-studio |
Fuente: revista "Especies"